Ayer vi la miniserie de Netflix titulada “Unorthodox”. En tan solo cuatro capítulos de aproximadamente unos cincuenta minutos de duración, se nos cuenta la historia de Esty, una joven judía que vive en Williamsburg, una comunidad judía ultraortodoxa (en concreto, son jasídicos) afincada en el barrio de Brooklyn, lugar del que decide huir sin dar explicación como consecuencia del ambiente opresivo que la anula por completo. Un matrimonio concertado, la prohibición de dedicarse a cualquier actividad que no sea el cuidado de la casa (ni siquiera se permite a las mujeres leer el Talmud ), la presión de la comunidad para que se quede embarazada (porque es su “misión”) y la incapacidad total para tomar decisiones sobre su vida, son algunas de las razones que se le muestran al espectador como elementos de un contexto religioso sin duda alguna asfixiante. Con la ayuda de su clandestina profesora de piano, a la que conoce porque es la inquilina de su padre, Esty decide poner rumbo a...