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Mostrando entradas de julio, 2015

Para una crítica de la muerte

Una cultura que evita toda reflexión acerca de la muerte es inexorablemente una cultura que rechaza la vida y la dignidad inherente a ella. Pues solo desde la conciencia radical de nuestra finitud, de nuestra absoluta y irremediable contingencia, adquiere la vida algún tipo de valor, algún tipo de significado. Entonces, cabe preguntarse por qué el tema de la muerte es tabú, y cuáles son las causas que hacen que dicho tabú perdure en el tiempo. Es cierto. Hoy día, y desde hace mucho tiempo, la muerte es un tema esquivo, poco tratado por los medios de comunicación más allá del sensacionalismo diario y sinsentido, eliminado del ámbito educativo y todavía reacio a convertirse en una cuestión de dominio público. La muerte, como condición elemental que constituye el valor de la vida, es maltratado por una sociedad miope, patológica y autocompasiva. Tal elusión de la muerte, de cualesquiera reflexiones o debates, tiene una razón de ser histórica y específica. Por tanto, conviene eliminar de

Reflexiones a raíz de la lectura de "El arte de amar" (Erich Fromm)

Según Erich Fromm, el amor no es un objeto, sino una actitud madura ante el mundo que se expresa de diversas formas, a saber, amor erótico, amor fraternal, amor propio, amor a Dios... Tal vez el hecho de que no se entienda el amor hoy como una actitud se deba a la presencia casi total en la vida cotidiana de ese "amor posmoderno", líquido. No es un secreto que la principal influencia hoy en el amor viene dada e impuesta al imaginario colectivo por representaciones infantiles, desvirtuadas del amor. El amor-tipo es un amor fugaz, objetual, orientado principalmente a satisfacer nuestra faceta de consumidores. Las relaciones no se maduran, pues no se entiende que el amor sea un elemento incardinado en el crecimiento personal; no se ve el amor como un proceso de aprendizaje, sino como una necesidad asociada al impulso sexual que tiene que satisfacerse. En ese sentido, el amor es visto y comprendido bajo el mismo prisma que la alimentación, el aire que respiramos, la necesidad

Reseña de "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo"

La primera frase que me viene a la cabeza a la hora de escribir esta reseña es No me he enterado de la mitad de la novela, pero aun así me parece una obra de arte . Vayamos por partes. En primer lugar, si todavía no has empezado a adentrarte en el majestuoso mundo literario de Haruki Murakami, te recomiendo que empieces ya. En segundo lugar, si vas a seguir mi consejo, te sugiero que empieces por el que posiblemente sea su mejor libro, a saber, Tokyo Blues . Esta recomendación atiende a la razón fundamental de que es un obra mucho más fácil de leer, menos extensa y con una calidad que supera cualquier otra creación del autor japonés. Por lo tanto, es más que aconsejable empezar por ahí. Dicho esto, comencemos el análisis del libro que nos trae aquí. Primero que nada, una reseña sobre una obra literaria como  Crónica del pájaro que da cuerda al mundo debería saltarse cualquier resumen o sinopsis por ser inútil. No lo digo a mal. Posiblemente todos los resúmenes que podemos encontrar

El espejo

Es raro levantarte todas las mañanas y no tener un espejo en el que mirarte. Nunca antes había reparado en que tener un espejo en casa es, en verdad, un lujo. Es un lujo y, a la vez, un elemento tranquilizador. Todas las mañanas tienes un reflejo que te dice, de algún u otro modo, que sigues ahí, que tu existencia permanece. Pero cuando ese espejo no está, cuando no puedes comprobar si efectivamente sigues siendo tú, la vida adquiere matices nuevos. No tienes nada que permita medir cómo estás, que permita conocer tu estado de ánimo. Es fascinante lo que nuestra cara nos intenta comunicar todos los días, y que nosotros a veces no somos conscientes de ello. Así, perdida esa referencia, se siente uno como un nómada que vaga por no sé sabe bien qué sitios y lugares nuevos. Y de este modo, se ve uno obligado a llevar a cabo una dura tarea de "reubicación". Como no tengo un espejo que me diga que soy, qué soy y qué me espera, tengo que pensar y elaborar "yo mismo" todas e