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Mostrando entradas de 2015

Notas tras el final de la segunda temporada de "The leftovers"

Bueno, qué decir de la segunda temporada de "The leftovers" más allá de lo evidente. Es una seriaza, concretamente la mejor serie del último año. En efecto, "The leftovers" es una obra de arte, y su segunda temporada ha consagrado los fundamentos de una primera temporada ya de por sí brillante, con una caligrafía fílmica atípica que ha conseguido penetrar en el fondo de las emociones humanas para colocarlas al servicio del espectáculo televisivo más grandilocuente que jamás haya podido contemplar. Sobran las palabras para calificar todos los elementos, tanto técnicos como narrativos, que hacen de esta serie una verdadera muestra de epicidad audiovisual. Desde la puesta en escena, hasta la interpretación de los actores (mi empatía por Justin Theroux sobrepasa lo racional y lo razonable) o la banda sonora, pasando por el arco argumental, que nos propone un universo metafísico y místico sorprendentemente cercano, todo cuanto hay en "The leftovers" es digno

Construyamos el pasado

Ella era lo más hermoso que jamás se había presentado ante mis ojos. Su dulzura, su elegante gestualidad, su inconfundible aroma. Un vívido recuerdo me sobreviene cuando por azar o necesidad ocurre algún evento, aparece algún detalle relacionado con ella. La fatalidad de sus ojos, sabedores de mi total claudicación; los pendulares movimientos de sus colgantes, brillantes como el sol en una noche de luna llena; su risueña sonrisa, antesala del brillo resplandenciente de sus labios. No os miento si os digo que me enamoré hasta los huesos de su excelsa figura, de su incontenible atracción física. Una figura, amigos, digna de ser contemplada por los dioses en lo más alto del Olimpo. La experiencia de la belleza por fin encontró sujeción en el contorno de la palabra. Mas el lenguaje era insuficiente para explicar todo cuando ella producía, todo cuando de ella se desprendía. Su caminar enmudecía salas enteras; su vestido rojo quedaba impreso en la mente de todo aquel que osara mirar. ¿Qué h

Para una crítica de la muerte

Una cultura que evita toda reflexión acerca de la muerte es inexorablemente una cultura que rechaza la vida y la dignidad inherente a ella. Pues solo desde la conciencia radical de nuestra finitud, de nuestra absoluta y irremediable contingencia, adquiere la vida algún tipo de valor, algún tipo de significado. Entonces, cabe preguntarse por qué el tema de la muerte es tabú, y cuáles son las causas que hacen que dicho tabú perdure en el tiempo. Es cierto. Hoy día, y desde hace mucho tiempo, la muerte es un tema esquivo, poco tratado por los medios de comunicación más allá del sensacionalismo diario y sinsentido, eliminado del ámbito educativo y todavía reacio a convertirse en una cuestión de dominio público. La muerte, como condición elemental que constituye el valor de la vida, es maltratado por una sociedad miope, patológica y autocompasiva. Tal elusión de la muerte, de cualesquiera reflexiones o debates, tiene una razón de ser histórica y específica. Por tanto, conviene eliminar de

Reflexiones a raíz de la lectura de "El arte de amar" (Erich Fromm)

Según Erich Fromm, el amor no es un objeto, sino una actitud madura ante el mundo que se expresa de diversas formas, a saber, amor erótico, amor fraternal, amor propio, amor a Dios... Tal vez el hecho de que no se entienda el amor hoy como una actitud se deba a la presencia casi total en la vida cotidiana de ese "amor posmoderno", líquido. No es un secreto que la principal influencia hoy en el amor viene dada e impuesta al imaginario colectivo por representaciones infantiles, desvirtuadas del amor. El amor-tipo es un amor fugaz, objetual, orientado principalmente a satisfacer nuestra faceta de consumidores. Las relaciones no se maduran, pues no se entiende que el amor sea un elemento incardinado en el crecimiento personal; no se ve el amor como un proceso de aprendizaje, sino como una necesidad asociada al impulso sexual que tiene que satisfacerse. En ese sentido, el amor es visto y comprendido bajo el mismo prisma que la alimentación, el aire que respiramos, la necesidad

Reseña de "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo"

La primera frase que me viene a la cabeza a la hora de escribir esta reseña es No me he enterado de la mitad de la novela, pero aun así me parece una obra de arte . Vayamos por partes. En primer lugar, si todavía no has empezado a adentrarte en el majestuoso mundo literario de Haruki Murakami, te recomiendo que empieces ya. En segundo lugar, si vas a seguir mi consejo, te sugiero que empieces por el que posiblemente sea su mejor libro, a saber, Tokyo Blues . Esta recomendación atiende a la razón fundamental de que es un obra mucho más fácil de leer, menos extensa y con una calidad que supera cualquier otra creación del autor japonés. Por lo tanto, es más que aconsejable empezar por ahí. Dicho esto, comencemos el análisis del libro que nos trae aquí. Primero que nada, una reseña sobre una obra literaria como  Crónica del pájaro que da cuerda al mundo debería saltarse cualquier resumen o sinopsis por ser inútil. No lo digo a mal. Posiblemente todos los resúmenes que podemos encontrar

El espejo

Es raro levantarte todas las mañanas y no tener un espejo en el que mirarte. Nunca antes había reparado en que tener un espejo en casa es, en verdad, un lujo. Es un lujo y, a la vez, un elemento tranquilizador. Todas las mañanas tienes un reflejo que te dice, de algún u otro modo, que sigues ahí, que tu existencia permanece. Pero cuando ese espejo no está, cuando no puedes comprobar si efectivamente sigues siendo tú, la vida adquiere matices nuevos. No tienes nada que permita medir cómo estás, que permita conocer tu estado de ánimo. Es fascinante lo que nuestra cara nos intenta comunicar todos los días, y que nosotros a veces no somos conscientes de ello. Así, perdida esa referencia, se siente uno como un nómada que vaga por no sé sabe bien qué sitios y lugares nuevos. Y de este modo, se ve uno obligado a llevar a cabo una dura tarea de "reubicación". Como no tengo un espejo que me diga que soy, qué soy y qué me espera, tengo que pensar y elaborar "yo mismo" todas e

Identidad

La identidad es aquello que nos hace ser lo que somos. Pero ¿qué nos hace ser lo que somos? Nuestra esencia. Ya, pero ¿qué es la esencia? Aquello que nos hace ser lo que somos. O sea, un círculo vicioso. Ante esta pregunta caben, a mi juicio, dos posibles respuestas. Primera: la idea de identidad no sirve para nada, y es mejor desecharla. Segunda: intentar forjar una "identidad" desde la certeza de que no hay ninguna esencia fija que nos defina, y soslayar de este modo el círculo vicioso. Esta segunda opción es muy costosa, pues implica que uno debe, primero que nada, preguntarse a sí mismo quién o qué es, quién o qué quiere ser y qué camino es el mejor para alcanzarlo. Además, este proceso de búsqueda no garantiza que, al final del camino, uno halle una respuesta final y satisfactoria. La incertidumbre es el horizonte ineludible de toda búsqueda de una identidad. Pero encima, y por si fuera poco, hoy en día las posibilidades de construir un proyecto son muy grandes, lo que

Cuando tú estás ahí

Cuando tú estás ahí, siento que el aire recorre mis venas y va a parar a mi corazón, henchido de vigor y pasión. Cuando tú estás ahí, soy capaz de sobrevolar por encima de mis miedos hasta reírme de mí mismo. Cuando tú estás ahí, recuerdo que la belleza que hay en el mundo es infinita. Cuando tú estás ahí, me siento vulnerable. Cuando tú estás ahí, lloró, me enfado y me reconcilio. Cuando tú estás ahí, empiezo a dudar de mí mismo, y comienzo a creer en ti. Cuando tú estás ahí, termino por aceptarme, por aceptarte, por aceptarnos. Cuando tú estás ahí, deseo besarte, abrazarte y no dejarte escapar nunca. Cuando tú estás ahí, añoro tu aroma, imploro rozar tu cabello y rezo para que no te vayas de mi lado. Cuando tú estás ahí, el color inunda el mundo. Cuando tú estás ahí, pierdo el aliento. Cuando tú estás ahí, te anhelo más que nunca, porque tu presencia te hace más hermosa a cada minuto que pasa. Cuando tú estás ahí, simplemente me haces feliz. 

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio: Un breve ensayo

El contexto en que surgen los ODM alcanza forma si tenemos a la vista el desplazamiento semántico que sufre el concepto de desarrollo a finales de los años ochenta y principios de los noventa. En efecto, la ruptura con la adecuación entre desarrollo y crecimiento, así como la necesidad de incorporar otras dimensiones como el acceso a la educación o la sanidad, constituye la base teórica y metodológica sobre la que se funda la Declaración del Milenio. En este sentido, el Índice de Desarrollo Humano es la referencia fundamental para la formulación de los ODM [1] .              Los 8 objetivos, 21 metas y 60 indicadores que conforman el entramado de los ODM son, en síntesis, una agenda mundial social y medioambiental para el período que va desde el año 2000 hasta el 2015. Como es obvio, la exigencia de brevedad de un trabajo de estas características nos impide profundizar en los datos e indicadores; sí es posible, sin embargo, plantear los ejes fundamentales de los OMD y emitir un

Reinventando el cine de terror: El apogeo del "Found Footage"

El "found footage" o metraje encontrado es un subgénero cinematrográfico que se ubica dentro de la categoría del cine de terror. Se caracteriza por emplear el recurso narrativo de grabar con la "cámara en mano"; con esta técnica, la historia es vivida en primera persona y las secuencias se plasman con mayor realismo. A diferencia de una narración convencional, el found footage prescinde del uso de los planos como herramientas visuales y apuesta por la inmersión del espectador en la atmósfera del film. Por lo general, las temáticas que se abordan en este tipo de películas suelen estar relacionadas con el mundo alienígena, el espiritismo, las leyendas urbanas, la presencia de un demonio o algún fenómeno paranormal. Si bien es cierto que el arco de problemas es bastante limitado, el found footage posee una fuerza narrativa propia que entronca con el cine más vanguardista de los años 90. Con todo, la producción de películas de este subgénero no esta exenta de imitaci

Sueños de cristal

A veces, cuando escribimos, plasmamos sobre un papel en blanco nuestros impalpables estados de ánimo. La escritura es, en cierto sentido, un vehículo que conecta dos dimensiones de nuestro mundo: la vigilia y el sueño. Gracias al movimiento solemne de un bolígrafo o una pluma, somos capaces de deshilvanar lo más hondo de ese vívido y lúdico entreclaro llamado "pensamiento", esa fusión entre lo consciente y lo in-consciente de nuestro ser. De un lado, el pensamiento es vigilia en la medida en que es capaz de urdir emociones y sentimientos que pertenecen al mundo de los otros , y darle la profusión necesaria para que puedan "decirse": amor, sufrimiento, miedo o amistad. De otro lado, el pensamiento es sueño, pues evoca los secretos más residuales de nuestro prosaico y malogrado espíritu interno: agonía, ensimismamiento o desarraigo respecto del mundo. Así, escribiendo, cohesionamos la totalidad de la existencia en un único y coherente espacio. Es, por decirlo de al

Her: amar y vivir

Esta tarde he visto Her , un film enteramente escrito y dirigido por Spike Jonze ( Cómo ser John Malkovich ), y protagonizado por el inconmensurable Joaquin Phoenix. En él, se nos presenta una sociedad altamente tecnologizada cercana a la actualidad, alejada de la estética Cyberpunk al más puro estilo Matrix y focalizada en la problemática humana. Son pocas pero tremendamente ilustrativas las escenas en que los individuos pasean por la calle o van en tren sin mantener la más mínima interacción con el resto; se trata de personas que viven aisladas en un mundo paradójicamente hipercomunicado y solitario al mismo tiempo.  El protagonista, un joven escritor de cartas llamado Theodore, establece una relación con un Sistema de Inteligencia Artificial llamado "Samantha". La relación profundiza en el amor, en el dolor de la pérdida, en la experiencia y la madurez de las emociones (¿humanas?). La voz de Samantha, materializada por una intensa Scarlett Johansson, es un valor aña

Después del terremoto

Después del terremoto es un libro de relatos metafísico y casual al mismo tiempo, capaz de aunar una narración sencilla con reflexiones de calado sobre la condición existencial del ser humano, donde las preguntas y las dudas son más frecuentes que las respuestas. De la mano del maestro Murakami, nos adentramos en seis historias cortas cuyo único hilo conductor es el trágico terremoto en una región de Japón conocida como Kobe. Pero el tema apenas se trata y es más bien un recurso literario que el autor utiliza para profundizar en aquello que más le interesa: el ser humano. En efecto, Después del terremoto es un libro que versa sobre las secuelas que dejan los terremotos humanos; la pérdida, el miedo, la incertidumbre o la dislocación que produce una experiencia (¿trágica?) a partir de la cual cambia el rumbo de cada uno de los personajes que componen este entramado rico y sugerente de historias. Los relatos van desde un escritor que no sabe muy bien cómo "escribir" sobre su

Lo contrario del amor

Dice Makishima en el primer capítulo de "Psycho Pass" (versión editada) que lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia. Una persona sin agallas para nada carece del valor necesario para robar o matar. Por eso, el verdadero humanismo es aquel que saca lo más profundo del ser humano a la luz, sea esto bueno o malo para la norma social. En el fondo, el mayor peligro para eso que llamamos "vida" no anida en la posibilidad de destruirnos, sino en la apatía que nutre y agota todo resorte de creatividad, todo anhelo de superación. ¿Qué es la sociedad, aparte de un conjunto de reglas que diluyen nuestra individualidad en la vulgaridad de lo público? ¿No es el loco, en un mundo de cuerdos, un clarividente y esperanzador referente de sentido?