El siguiente artículo ha sido publicado en Microfilosofía: http://www.microfilosofia.com/2012/12/the-kid-quisiera-hacer-un-breve.html
"The Kid" es el primer largometraje del magnífico cineasta Charles Chaplin. Una verdadera joya del séptimo arte donde, en menos de una hora, Chaplin nos hace oscilar entre la comedia y el drama. Tal vez la maestría del film radique en que, concebida primigeniamente como una comedia, llega a emocionar al espectador.
A través de una majestuosa narración, se nos cuenta la historia de un bebé abandonado que es encontrado por un vagabundo (Chaplin), el cual -a partir de ese momento- se hace cargo de él; ambos utilizan (una vez crecido el bebé) las técnicas más antiguas de la picaresca con el único objeto de sobrevivir en un frío y crudo mundo que no deja espacio para la solidaridad social. El director retrata la situación de la sociedad su su tiempo. No hay aquí elementos shakesperianos, mas sí un lenguaje cinematográfico, sumamente cuidado y limpio, que esconde una feroz crítica al sistema capitalista. Lo cierto es que la obra guarda cierta relación con la vida personal de Chaplin (recordemos que fue abandonado por su padre), no obstante la película es más bien una alegoría que sirve para representar cierto tipo de crítica social.
La puesta en escena del film recuerda -y mucho- a los relatos de Charles Dickens y de Mark Twain. Las vestimentas así como los decorados encajan perfectamente en el contexto de la obra. De la mano del propio Chaplin (actor, productor y director del film) nos adentramos en los comienzos de la Europa del siglo XX, dominada por el capitalismo industrial (muy característico es la presencia de obreros y grandes fabricas).
No quisiera revelar nada más acerca del argumento de la película, como tampoco anticipar las imágenes más espectaculares y memorables. Por eso, invito al lector a acercase el mismo a este genio del cine. Chaplin es, probablemente, el mejor artista visual de la historia del cine. Al menos a mi juicio, ya que nunca antes había experimentado tantas cosas con tan pocas palabras. En Chaplin vemos cómo el arte tiene una función muy clara: la crítica. Y tal vez lo más hermoso es la expresión que esa crítica toma. Aparentemente sólo hay expresión, sin embargo el fondo esconde una profunda inquietud humana. Eso, y no otra cosa, debe ser el arte.
Gracias, Charles Chaplin.
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