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Mindhunter: ¿El criminal nace o se hace?


La serie de Mindhunter es una de las mejores ficciones televisivas del catálogo de Netflix. Dirigida, entre otros, por David Fincher, la serie sobresale en todos los sentidos: factura técnica, guion, desarrollo psicológico de los personajes, ambientación, ritmo, etc. No hay nada mal hecho en Mindhunter porque sus creadores han invertido dinero, tiempo y muchísimo trabajo en pulir todos esos pequeños detalles que diferencian a las grandes producciones de las que son simplemente buenas. A mí, en lo personal, lo que más me ha gustado ha sido el apartado fotográfico; de cada capítulo es posible extraer varios planos y secuencias impecables a nivel de imagen.

¿De qué trata Mindhunter? A grandes rasgos, versa sobre asesinos en serie; más en detalle, aborda la psicología del criminal. El matiz es importante. No son equivalentes el thriller policial de asesinos en serie (serial killers) y el análisis sociológico y psicológico del hecho criminal. Mindhunter está más cerca de ser un tratado científico y filosófico que una narración convencional sobre asesinatos en serie. "¿El criminal nace o se hace?" Esta es la pregunta a la que Holden Ford y Bill Tench, dos agentes del FBI adscritos a la Unidad de Análisis de la Conducta, tratan de dar respuesta empleando un método que, para los años 70, suponía una auténtica revolución: hacer entrevistas a los peores asesinos y violadores convictos en diferentes prisiones ubicadas a lo largo y ancho de los Estados Unidos (todos ellos casos reales excelentemente documentados y con un magnífico trabajo de casting). Con la inestimable ayuda de la profesora Wendy Carr, acompañamos a nuestros protagonistas en su viaje hacia el estudio del crimen desde la perspectiva del sujeto criminal. David Berkowitz -mató a 6 personas y su persecución es considerada una de las más importantes de la historia de Nueva York-, Ed Kemper -asesinó y cometió necrofilia con 10 personas entre 1972 y 1973, entre las víctimas estaban sus abuelos y su madre- o el archifamoso Charles Mason -cualquier presentación se quedaría corta- son algunos de los psicópatas a los que veremos en pantalla y gracias a los cuales aprenderemos un poco más sobre los motivos del acto criminal.

Se ha dicho que Mindhunter es lenta y aburrida. No obstante, a mi parecer la serie tiene un tempo casi perfecto. Sabe conjugar la investigación policial con el análisis de la conducta criminal, demostrando la aplicabilidad de los conocimientos adquiridos y la posibilidad de hacer verdadera ciencia criminológica. La mayoría de referencias -por ejemplo, a las teorías microsociológicas de la desviación o teoría del etiquetado- son mínimas y ofrecen cierto contexto a la acción narrativa; pero de ello no se deriva que Mindhunter sea una serie excesivamente intelectual. Basta con un mínimo de interés por acercase a los asesinatos en serie más allá del efectismo propio de Hollywood para poder seguir los diálogos con solvencia y sin grandes apuros. Además, las subtramas son lo suficientemente interesantes como para mantener la atención del espectador y conseguir un visionado prolongado en el tiempo.

El compromiso que exige la serie no va más allá de conceder cierta verosimilitud a los giros y licencias propias de toda ficción. Más allá de eso, Mindhunter es una propuesta seria que, por lo menos, no toma a sus espectadores por tontos. No miente y enseña sus cartas desde el principio. Y algo que me parece especialmente elogiable es que no depura las explicaciones para tornarlas absurdamente sencillas; demasiado acostumbrados estamos a que en las series y películas todo se nos explique como si nuestro coeficiente intelectual fuese negativo. En cambio, Mindhunter muestra diálogos creíbles con cierto lenguaje técnico que, no obstante, no requieren para su comprensión el ser un experto en criminología o psiquiatría. 

Por ello y otras razones más, considero que es una serie recomendable. Actualmente las dos primeras temporadas están disponibles en Netflix, a la espera de una tercera temporada actualmente en pausa, a juzgar por diversas noticias que señalan una hibernación en la producción (de hecho, se ha dicho que sus actores están "liberados" para realizar otros proyectos). Si hay suerte, podremos disfrutar de un cierre de esta magnífica obra. Una de las mejores sorpresas de los últimos años. 


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