Ir al contenido principal

Tempus fugit o el vacío del devenir

Tempus fugit es una expresión que aparece en las Geórgicas de Virgilio. Dice: "sed fugit interea, fugit irreparabile tempus". Lo que puede traducirse como "pero se escapa entretanto, se escapa el tiempo irrecuperable". Si en los griegos el tiempo era concebido como un fenómeno cíclico y basado en la vivencia del momento oportuno (kairós), los latinos comenzaron a dar prioridad al tiempo cronológico. Cada suceso es registrado, anotado; todo fluye "hacia delante", linealmente.

Esta conciencia cronológica que nos legó Roma resulta fatal hoy. Entre la apatía del scroll infinito y el hiperdiagnóstico de TDAH, la experiencia del tiempo es ciertamente patológica. En un extremo, se priva al cuerpo de sueño y reposo, en aras de la productividad ("siempre puedo hacer un poco más"); en el otro, la ausencia de horizontes significativos induce una parálisis de actividad ("para que voy a hacer nada, si el resultado será el mismo"). Nótese que los indicadores muestran un deterioro generalizado de la salud mental en todos los países occidentales, correlativamente acompañado de un aumento en el consumo de psicofármacos. "Si se siente mal, es porque hay un desbalanceo químico en su cerebro", vendría a ser el epítome. 

Sin embargo, la respuesta farmacológica al malestar solo consigue arañar la superficie del problema. El tiempo no puede consistir únicamente en una sucesión de hechos razonablemente ordenada y cuyo fin sea la supervivencia. La sensación de que la vida constituye una dimensión colateral a lo que hacemos expresa el absurdo, tantas veces experimentado por quien escribe estas líneas, de que el "tiempo no pasa". Lo hemos anulado, sentenciado a prisión permanente. No significa nada para nosotros, de ahí su irrelevancia absoluta. Solo es un modo de medir lo que hacemos. Por eso, el aburrimiento se presenta hoy como el más abominable de los males, pues nos encara forzosamente con el vacío que sostiene (véase la paradoja) esa vida inane. 

La gente se levanta, desayuna, se viste y se va al trabajo. Después regresa a casa y, si acaso, disfruta de un rato en familia. Se refugia en la televisión, el teléfono móvil o cualquier otro "entretenimiento" al uso. Eso, el "entretenerse", que debiera ser un pausa entre dos momentos relevantes para el existir de uno, se hace permanente. Una suerte de procrastinación ad infinitum dirige nuestro día a día. Todo lo posponemos, confiados en que "ya habrá tiempo". Mientras, la vida va deshilvanándose y perdiendo su capacidad de encantar el mundo. A la postre, este es habitado por cínicos, oportunistas y resentidos. 

Para resistir el envite, quizá, sea necesario recuperar un tiempo no cronológico. Restar importancia a los minutos, las horas y los días. No importa el cuándo o el cuánto, sino el qué. ¿Qué quieres hacer con tu vida? ¿Qué le da sentido a tu existencia? O, al modo de Nietzsche, si todo lo que has vivido volviera a repetirse una y otra vez durante toda la eternidad, ¿cambiarías algo?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Resumen de la Poética de Aristóteles

1. Estructura de la obra Capítulo I: la poesía dentro de las artes imitativa. Capítulo II y III: poesía narrativa y poesía dramática. Capítulo IV: diferencias entre poesía e historia. Capítulo V: historia de la tragedia y de la comedia. Capítulo VI: definición y análisis de la tragedia.  Capítulo VII: construcción adecuada de la fábula o el argumento. Capítulo VIII: unidad de la acción. Capítulo IX: comparación tragedia-historia (épica o epopeya). Capítulo X: tipos de fábulas. Capítulo XI: peripecia y reconocimiento.  Capítulo XII: partes de la tragedia. Capítulo XIII: las condiciones del “efecto trágico”. Capítulo XIV: pasiones de temor y compasión.  Capítulo XV: sobre los caracteres. Capítulo XVI: clases de reconocimiento.  Capítulo XVII: construcción de fabulas y elocución.  Capítulo XVIII: complicación y desenlace.  Capítulo XIX: dicción y pensamiento.  Capítulo XX: partes de la dicción.  Capítulo XXI: clasificación de...

Crítica de "Babylon": Un anime sobre la justicia y el mal

Recientemente me he reconciliado con el anime. Ver series de anime es complicado. Por lo general, requiere una importante inversión de tiempo y no siempre da buenos resultados. Se produce tanto anime que, salvo que uno sea un verdadero entusiasta, deberá previamente filtrar y seleccionar el contenido que quiere ver, en función de sus intereses y otros elementos a tener en cuenta (por ejemplo, la duración del anime o el número de temporadas). El caso es que buceando un poco por la red (emprendiendo esa tarea previa de filtrado), llegué a un blog en el que aparecía "Babylon" como uno de los animes más destacados del año 2019. La temática -sobre la que ahora hablaremos- y su corta duración -12 episodios- me convencieron. Decidí, entonces, darle una oportunidad. Babylon es una adaptación de manga realizada por el estudio de animación Revoroot. Más concretamente, de una serie de novelas japonesas escritas por Mado Nozaki e ilustradas por Zain que llevan el mismo nombre. Su ...

Crítica del escepticismo

El siguiente trabajo tiene el objetivo fundamental de hacer una crítica de una de las más importantes e  influyentes posturas o corrientes de pensamiento de la historia de la filosofía, a saber, el escepticismo. Para llevar a cabo nuestro análisis, dividiremos el trabajo en dos partes. En primer lugar, haremos una breve exposición de los distintos tipos de escepticismo que se han desarrollado a lo largo de la historia de la filosofía. En este apartado daremos una definición más o menos general de lo que se entiende por escepticismo, y contrapondremos el escepticismo pirrónico al cartesiano, así como el escepticismo global al local; para finalizar esta parte, haremos una breve reflexión sobre la posición de Hume respecto al tema en cuestión e intentaremos, muy concisamente, ver si Kant aporta o no una solución. En segundo lugar, enjuiciaremos críticamente el escepticismo desde el planteamiento de la semiótica trascendental de Apel a la luz de la crítica del sentido de Wittgenstein...