Tempus fugit es una expresión que aparece en las Geórgicas de Virgilio. Dice: "sed fugit interea, fugit irreparabile tempus" . Lo que puede traducirse como "pero se escapa entretanto, se escapa el tiempo irrecuperable". Si en los griegos el tiempo era concebido como un fenómeno cíclico y basado en la vivencia del momento oportuno ( kairós ), los latinos comenzaron a dar prioridad al tiempo cronológico. Cada suceso es registrado, anotado; todo fluye "hacia delante", linealmente. Esta conciencia cronológica que nos legó Roma resulta fatal hoy. Entre la apatía del scroll infinito y el hiperdiagnóstico de TDAH, la experiencia del tiempo es ciertamente patológica. En un extremo, se priva al cuerpo de sueño y reposo, en aras de la productividad ("siempre puedo hacer un poco más"); en el otro, la ausencia de horizontes significativos induce una parálisis de actividad ("para que voy a hacer nada, si el resultado será el mismo"). Nótese que los...
Hace siete años que te encontré sin siquiera buscarte. Coronada por laureles y musa de Petrarca, tu belleza no entiende de límites ni de matices. Un amor tejido en el devenir del tiempo, como si fueran versos caprichosos trenzados en silencio. Tu presencia me convierte en un dios vanidoso, mas soy consciente del pecado cometido. Dispuesto estoy a pagar el precio, porque imaginar la vida sin tu amor sería igual que imaginar un mundo donde no existe el cielo.