
Por otro lado, la deconstrucción de la linealidad, de la anticipación o verosimilitud de los acontecimientos, imprime un sello original e identitario a la serie. Los sucesos son desordenados y fragmentarios, de modo que no queda clara la distinción entre vivos y muertos. En virtud de esto último, se construye un universo aislado, imbuido de intimismo y proclive a lo singular. No se trata de reflexiones sobre el valor de la naturaleza humana, ni se incurre en grandes debates metafísicos sobre el ser, la existencia o la fatalidad; en su lugar, se plantea un escenario que infunde cercanía y privacidad, es decir, que ofrece un lugar para la meditación y el pensamiento. Tal vez por ello la serie recobre interés frente a otras opciones de temática similar (o al menos así me lo parece a mí), o quizá simplemente la serie sea buena y por esa razón merezca la pena dedicarle un día o dos. En mi opinión, las mejores y más lúcidas reflexiones sobre lo que somos, en tanto que "humanos", suceden o se dan en los espacios fronterizos, en los puntos de intersección con aquello que no somos, lo "otro", y que nos obligan a cuestionarnos y poner entre paréntesis nuestras ideas preconcebidas, nuestras ideas más arraigadas. Por ello, "Les Revenants" es una serie que no debes dejar de ver, si es que quieres indagar sobre lo que eres.
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