Hace unos días terminé de ver la tercera temporada de "Sherlock", y creo sinceramente que estamos ante uno de los mejores dúos televisivos de la historia. La complicidad entre Benedict Cumberbatch y Martin Freeman alcanza tal grado de perfección que uno no puede sino proferir una risa totalmente natural y espontánea cuando estos dos genios comparten plano; es cierto que la compenetración entre ambos actores ha sido una constante en la serie, pero en esta tercera temporada hay momentos que pasarán a los anales de la pequeña pantalla y que suponen un plus en cuanto a la calidad de la serie. En nuestros recuerdos quedarán esas magníficas disputas al inicio de temporada, en el reencuentro, o el excelentemente narrado segundo capítulo, en el que Sherlock demuestra su lado más emotivo al sorprendernos con uno de los mejores discursos jamás vistos en la historia reciente de la televisión. La evolución de Sherlock es coherente con el devenir de los acontecimientos, pero al mismo tiempo mantiene esos cambios bruscos y esa actitud excéntrica que nos enamoró desde el principio y que constituyen la "esencia" (perdón por la palabra) de esta serie.
En cuanto al lado que tiene que ver más con lo "thriller", los guionistas siguen demostrando una vez más su capacidad para conectar unas temporadas con otras. Me sorprende el nivel de inteligencia y precisión que han conseguido imprimir a las investigaciones detectivescas en las que nuestros dos héroes se embarcan una y otra vez. Tanto es así que soy de los que opina que la vuelta de Moriarti no responde a un intento de llamar la atención con un giro fácil y comercial, sino que esconde un argumento profundo que se habrá de desvelar en la cuarta temporada; aunque para eso tendremos que esperar a finales de 2015 como muy pronto. Por lo demás, mantengo lo dicho en mi última entrada Sherlock: una serie no apta para memorias olvidadizas. A los que todavía no hayan visto la serie, sabed que aún hay tiempo para ponerse las pilas: 9 capítulos de una hora y media cada uno. Sin duda, una de las mejores series de los últimos 10 años.
En cuanto al lado que tiene que ver más con lo "thriller", los guionistas siguen demostrando una vez más su capacidad para conectar unas temporadas con otras. Me sorprende el nivel de inteligencia y precisión que han conseguido imprimir a las investigaciones detectivescas en las que nuestros dos héroes se embarcan una y otra vez. Tanto es así que soy de los que opina que la vuelta de Moriarti no responde a un intento de llamar la atención con un giro fácil y comercial, sino que esconde un argumento profundo que se habrá de desvelar en la cuarta temporada; aunque para eso tendremos que esperar a finales de 2015 como muy pronto. Por lo demás, mantengo lo dicho en mi última entrada Sherlock: una serie no apta para memorias olvidadizas. A los que todavía no hayan visto la serie, sabed que aún hay tiempo para ponerse las pilas: 9 capítulos de una hora y media cada uno. Sin duda, una de las mejores series de los últimos 10 años.
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